La tesis de grado de magíster, de la investigador de Ckelar Volcanes Javiera Caro, abordó preguntas científicas como ¿cuanto magma emitió el volcán en el último período eruptivo? y ¿cómo evoluciona la actividad eruptiva de este estratovolcán de acuerdo a imágenes satelitales?

El volcán Nevados de Chillán, el cuarto más peligroso del país, ubicado en la región del Ñuble, es un estratovolcán, gran altura compuesto por varias capas de lava y con forma de cono. Es parte de un complejo volcánico, es decir, son varios centros eruptivos que están alineados. Una parte de este complejo está activo, para ser específicos, el sector suroeste.

Por otro lado, el registro de erupciones volcánicas históricas importantes data desde los años 1973 y 1976, y el 2003 y 2008, que fueron parte de material de estudio de la tesis de grado de magíster llamada: “Procesos que controlan las transiciones explosivas-efusivas en la actividad eruptiva del volcán Nevados de Chillán, Andes del Sur, Chile”.

Javiera Caro, del Instituto Milenio de Investigación en Riesgo Volcánico – Ckelar Volcanes y autora de la investigación, buscó conocer la relación existente entre ciclos eruptivos, es decir, periodos eruptivos que pueden durar años: “En ese lapsus de tiempo, el volcán no necesariamente tiene una constante actividad, si no que por el contrario, puede mostrar actividad unos meses y luego pasar a un estado de seudo ‘reposo’”, afirma.

Cámara magmática

La metodología de estudio consiste en utilizar imágenes satelitales donde se pueden observar los periodos eruptivos anteriores y compararlo con los actuales, de esta forma, se puede interpretar el comportamiento del volcán y estimar cómo podría comportarse a futuro o cómo evoluciona la actividad eruptiva.

Para esto, complementa la geóloga, el estudio busca estimar el tamaño de la cámara magmática. Existen cámaras magmáticas que pueden tener kilómetros de diámetro ¿cómo se puede hacer esa estimación? La investigadora magíster del Instituto Milenio explica que, a través de las imágenes satelitales se observan las erupciones históricas del volcán. Así se puede estimar cuánto es el magma que ha salido a la superficie de esa cámara magmática, en forma de gases, lava o distintos productos volcánicos. “Toda esta información permite llegar a las dimensiones de la cámara magmática”, asegura.

“Estimando el tamaño de la cámara magmática y cuánto de este magma ha emergido del volcán, complementa la volcanóloga, se puede tener una idea de cómo se comportará el volcán en las próximas erupciones, y asimismo, construir el tipo de actividad volcánica que pueda tener el volcán y conocer los peligros volcánicos del mismo”.

De acuerdo a la investigadora, si bien no existe un patrón en los periodos eruptivos del volcán Nevados de Chillán, sí existe un comportamiento que se repite antes de cada ciclo eruptivo. “Hay un comportamiento termal característico, esta actividad termal que se origina en los campos fumarólicos, aumentan previo a las erupciones. Esto se denomina ‘anomalía termal'”, explica Javiera Caro.


Pequeñas erupciones

De acuerdo a los hallazgos de la investigadora de Ckelar Volcanes, existen al menos dos períodos eruptivos del Nevados de Chillán entre los años 1984 y 2022, que se han caracterizado por iniciar con una actividad termal, seguido de una actividad explosiva, que finalmente migra a una actividad volcánica efusiva. Cuando comienza esta actividad efusiva en el volcán, comenta Javiera Caro, se registran “anomalías termales”, lo que significaría un indicio previo de actividad eruptiva.

El último ciclo eruptivo comenzó en 2016, con pequeñas erupciones y pequeñas columnas de tefra, formaron un cráter pequeño, donde se concentra actualmente la actividad. “Posteriormente se empezó a formar un lava domo, complementa la científica, son de alto riesgo, ya que lo que hace el volcán es generar un tapón en el cráter, lo que genera que exista una presión que el macizo, que no puede liberar con facilidad, lo que podría desencadenar una explosión de mayor magnitud. Este es el principal peligro asociado”.

Últimamente la actividad del volcán ha consistido en emisiones de flujos de lava, que han alcanzado aproximadamente un kilómetro de largo al exterior del volcán, pero al ser un volcán activo, explica Javiera Caro, es algo esperable. Sin embargo, lo que llama la atención es que en esta última actividad en 2022, la columna eruptiva llegó a casi dos mil metros de altura fuera del cráter

Para sorpresa de los volcanólogos, en esa ocasión el material eruptivo del Nevados de Chillán, se dispersó al suroeste por el sentido del viento – lado chileno –, cuando normalmente la columna eruptiva se dirige hacia el sureste, es decir hacía el lado argentino. “Quienes están más propensos a la caída de cenizas en nuestro país, son justamente los centros turísticos, hoteles, canchas de Ski, entre otras actividades que se practican aledañas al volcán”, cuenta la experta.