El volcanólogo y académico de UCMaule, Álvaro Aravena, se adjudicó un Fondecyt de Inicialización en Investigación que otorga la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, ANID.
Son 500 kilómetros cuadrados de conos, domos y flujos de lava, emplazados en una caldera volcánica. Eso es básicamente el Complejo Volcánico Laguna del Maule, ubicado en la zona fronteriza con Argentina de la región homónima y cuyos registros geológicos hablan de al menos 130 centros eruptivos, por donde eventualmente podría expulsar lava en caso de que comenzará una nueva erupción.
¡Lo cierto es que el Complejo Volcánico Laguna del Maule, lleva años monitoreado e investigado por algunas peculiaridades científicas que llaman la atención de volcanólogos de todo el mundo! Uno de los científicos que está tras los pasos de este complejo volcánico es Álvaro Aravena, investigador de Ckelar Volcanes y académico de la Universidad Católica del Maule, quién acaba de adjudicarse un Fondecyt de Iniciación en Investigación de ANID.
Llamado “Condiciones de ascenso de magmas silícicos durante erupciones efusivas: Complejo Volcánico Laguna del Maule”, el proyecto utiliza el modelamiento numérico de conductos volcánicos enfocado específicamente en erupciones efusivas (flujos de lava y crecimiento de domos) de material diferenciado, es decir, con alto porcentaje de sílice. Ese trabajo de modelamiento numérico será acompañado de datos de terreno.
Erupciones efusivas
“Es un área que no está demasiada explorada, la mayor parte del modelamiento numérico de conductos volcánicos se enfoca en magmas basálticos o en erupciones directamente explosivas, por lo que hay un montón de cosas por investigar en el área efusiva rica en sílice”, explica el doctor Aravena. Una erupción explosiva se caracteriza por la eyección energética de material piroclástico y gases, mientras que una efusiva presenta emisión tranquila de lava.
De acuerdo al investigador Ckelar, se propone la Laguna del Maule como caso de estudio porque tiene en principio numerosos lugares de flujos de lava riolíticos y, por otro lado, existen discrepancias relevantes entre ellos.
“Hay flujos que tienen características morfológicas distintas, por lo que es esperable que hayan sido emitidos durante erupciones con características diferentes. La idea es tratar de vincular cómo el proceso de conductos, durante estas erupciones específicamente, puede vincularse con la dinámica eruptiva, las características del flujo de lava y su morfología, entre otros elementos”, explica.
Una de las peculiaridades del Complejo Volcánico Laguna del Maule, dice Álvaro Aravena, es que contiene numerosos lugares donde podría ser expulsada lava y donde hubo erupciones en el pasado: “Todos los cerritos que uno ve en Laguna del Maule son domos o lavas antiguas. Eso reviste un problema científico, ya que no se sabe a ciencia cierta dónde podría ubicarse la próxima erupción”.
El experto de la UCM indica que Sernageomin lleva años monitoreando el complejo, porque presenta altas tasas de deformación desde hace más de una década. Hay información de instrumentos GPS que muestran que este sistema volcánico está experimentando un proceso de inflación, a una escala que no uno no lo ve al ojo, pero sí de manera instrumental.
Escrito por Débora Gutiérrez A.