La doctora Paulina Vergara, experta en políticas públicas y gobernanza del riesgo de la Universidad de Chile, se integra al Instituto Milenio Ckelar Volcanes, para liderar justamente una línea de investigación que abordará este tipo interrogantes: “Vulnerabilidad social y resiliencia humana”.
“A diferencia de lo que cree la mayoría de las personas, el desastre no es una crisis en sí que rompe una normalidad que estaba funcionando perfectamente. En mis investigaciones evidenciamos todo lo contrario, que habían muchas fallas en este funcionamiento social y del Estado antes de ocurrir la emergencia, por lo que el desastre viene a culminar una crisis que se arrastraba de años”.
Así comenzó la conversación con Paulina Vergara, la nueva investigadora principal del Instituto Milenio Ckelar Volcanes de la línea “Vulnerabilidad social y resiliencia humana”. La doctora Vergara tiene una trayectoria en temas de gobernanza del riesgo y Gestión del Riesgo del Desastre (GRD), que comenzó desde sus estudios de Administración Pública en la Universidad de Chile, con su especialización en Francia, con un Magíster en Políticas Públicas y Cambio Social en la Universidad de Grenoble y un Doctorado en Ciencias Humanas, Políticas y Territorio, mención Sociología, de la misma universidad francesa y, en especial, su trabajo post terremoto 27F de 2010.
“Cuando volví al país después de 2008 comencé a trabajar en la Universidad de Chile donde me formé y ocurrió el terremoto del 27 F de 2010, que fue icónico en términos de gestión del riesgo. La universidad hizo un llamado a involucrarse y trabajar con las comunidades. En ese momento se formó el Observatorio de la Reconstrucción en la U. de Chile para trabajar con las comunidades que sufrieron debido al tsunami y terremoto”, comenta la doctora Vergara.
-¿Cómo fue ese trabajo con las comunidades?
–Hay que entender que en 2010 fue un proceso de reconstrucción de emergencia primero y que el Estado fue muy tecnocrático. La gente necesitaba entender cómo opera el Estado en el desastre y eso es algo no fácil de asimilar para personas en localidades rurales, pueblos chicos, donde no les hacía ningún sentido ni el subsidio, los formularios o postulaciones. Imagina que hay muchos terrenos que no estaban legalizados en pesca artesanal, territorios indígenas, es decir, eran lugares donde no existía el Estado.
-Entonces, ¿esa ausencia del Estado en algunos territorios aumenta los impactos del desastre?
– Efectivamente el Estado de Chile aún no llega a ciertos lugares y arrastramos como país una desigualdad enorme. Creemos que lo que pasa en la Región Metropolitana –tener Metro, conexión y movilización a todas las comunas y acceso a la tecnología– está presente en todo el territorio, pero eso no es así. Hay lugares en la ruralidad que pueden haber puntos de 20 minutos de distancia pero demoran el doble porque no existen las condiciones en los caminos, puentes en desuso, caminos cerrados o de difícil acceso. Entonces en el momento del desastre todo el proceso se hace más crítico.
De acuerdo a la cientista política, el Estado de Chile si ha ido aprendiendo a partir de sus desastres y emergencias, no con una mirada de prevención sino de hacer frente exitosamente la emergencia y el post- desastre, pero con proceso de reconstrucción con una mirada centralista y tecnocrática. Esto quiere decir que están muy alejadas a las necesidades propias de la ruralidad, y en las comunidades indígenas, por ejemplo, porque el relacionamiento con el Estado es muy débil.
Ckelar y el riesgo volcánico
-¿Qué es lo que te motiva a entrar a un instituto que aborda riesgo volcánico?
–La pregunta que me motiva para entrar a trabajar a Ckelar y en especial el tema volcánico y que ha guiado mi trabajo: ¿cómo construimos una sociedad que sostenga una amenaza natural y no se transforme en desastre? Ya que insisto, el desastre al final es la sumatoria de todas las cosas que estábamos haciendo mal en el camino como Estado y sociedad, antes de que ocurra la emergencia.
-¿Entonces cómo hacemos para evitar el desastre?
–Ahí hay varios actores principales y miradas que convergen. Por un lado no puede mejorar nuestra respuesta al desastre si en lo estatal no hay políticas públicas adecuadas, una institucionalidad u organización especializada en desastres. Pero además, debe haber ciencia que se ocupe de esto y le entregue recomendaciones al Estado sobre las posibles amenazas de origen natural, herramientas para enfrentarlas y recomendaciones para la Gestión del Riesgo de Desastre. Es decir el Estado debe ir avanzando en la GRD con el conocimiento científico.
-¿Hablamos de ciencia para la política pública?
– Si, pero una ciencia para la política pública no implica que solo le hable al Estado, en ausencia de una comunicación hacia la ciudadanía, o que la ciudadanía no sepa a los riesgos en que se encuentra expuesta, ni cómo mitigarlos. La ciudadanía no solo es vulnerable también tiene capacidades propias en tu tejido social para enfrentar amenazas y desastres. Es el actor principal en la solución de sus propios problemas. Cómo converge el Estado con la ciudadanía es justamente el corazón de la gobernanza del riesgo, por lo tanto, hay que construir capacidades locales, hay que co-construir conocimiento con la localidades expuestas a las amenazas, donde la ciencia se fortalece con la experiencia de las comunidades y viceversa.
Sabemos que hay comunidades que ancestralmente han convivido con los volcanes, con los tsunamis, por lo tanto, hay un conocimiento y una forma de relacionamiento que debemos poner en valor. Entonces Ckelar, como cualquier centro científico que quiere investigar seriamente el tema de desastres de origen natural y de riesgo, necesita tener investigación interdisciplinar y transdisciplinar para enfrentarse a los desafíos de la gobernanza del riesgo.
–Ciertamente, porque tenemos una realidad país asociada a desastres históricos
–Chile creció en medio de emergencias, pero sobre todo sísmicas, la mayoría de la tecnocracia y la ciencia chilena que creó institución para el desastre, es de sismología. Entonces todas las otras amenazas quedaron en segundo plano, a menos que ocurran. Ahí crece la capacidad del Estado para otras amenazas en base de la emergencia, y hoy día tenemos un siglo muy complejo donde se entrelazan el riesgo sísmico, aluvional, volcánico, con los efectos del cambio climático.
Paulina Vergara llega a Ckelar Volcanes, con una investigación en curso sobre género y desastres que desarrolla tras la erupciones de volcanes en la Isla La Palma de España, y otros desastres socio-naturales en América Latina, en conjunto con investigadoras de Uruguay, República Dominicana, España y Chile, a través del Proyecto GENDER-IN, financiado por la Agencia Estatal de Investigación de España. La experta, además, es académica de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile y es subdirectora del Programa para la Reducción del Riesgo de Desastres, CITRID, de la Universidad de Chile.