La quinta sesión del ciclo de charlas online Ckelar “Los volcanes tienen su ciencia”, tuvo como eje principal conocer el proceso eruptivo, estudio de tefra y impacto dentro de la comunidad de La Palma de las últimas erupciones volcánicas.
El volcanismo en España, está asociado la intraplacas, específicamente en islas que tienen alrededor de 68 millones de años. Se trata de las Islas Canarias que representan el territorio ibérico con mayor actividad volcánica, siendo también la única región con volcanes activos. “Se trata de un volcanismo monogenético, eso significa que cada cráter del volcán es único, va a tener actividad pero luego no se va a repetir exactamente en el mismo lugar”, aseguró Investigadora postdoctorante del Grupo de Volcanología Física y Riesgos Geológicos de la Universidad de Ginebra (Suiza), Lucía Domínguez.
La experta, junto a Paz Reyes-Hardy, investigadora doctorante del Grupo de Volcanología Física y Riesgos Geológicos de la Universidad de Ginebra y Ckelar Volcanes, más el investigador principal de Ckelar Volcanes y académico de la UCN, Rodrigo González como moderador, protagonizaron la quinta jornada de charlas online del Instituto Milenio, “Los Volcanes tienen su ciencia”, abordando las investigaciones de las últimas erupciones en la Isla La Palma de España.
La volcanóloga Lucía Domínguez, agregó que a diferencia de España volcanes que se encuentran en Chile, los cuales son mayormente poligenéticos y tienen “estratovolcanes que siempre están en el mismo lugar”. En ese sentido, comentó que la complejidad del volcanismo español ya que es muy difícil pronosticar en donde ocurrirá una próxima erupción. Respecto a lo ocurrido en La Palma, la sismicidad empezó una semana antes, unos 6 Km. al sur, la cual fue migrando y el 19 de septiembre de 2021 apareció la primera boca eruptiva.
Erupciones de larga duración
Lucía Domínguez aclara que por medio de la metodología de investigación el volcán Tajogaite, se descubrió que tuvo una actividad pulsátil (muchas explosiones) y de larga duración (alrededor de 3 meses). El volcán, además, tuvo una actividad de fisura e híbrida, en la que cuenta que “por un lado fue efusiva (flujos de lava) y por otra parte explosiva (columnas de cenizas (tefra)”.
Por su parte, la volcanóloga chilena María Paz Reyes-Hardy se refirió al impacto que generó la erupción en la zona y los residentes del lugar, dando a conocer el estudio realizado “Evolución temporal del colapso de techos por caída de tefra durante la erupción híbrida de larga duración del volcán Tajogaite en 2021”.
La experta enfatizó en que “la erupción ocasionó incertidumbre por la evolución física de los productos volcánicos como los gases, la lava y la tefra. El contexto híbrido hizo que la crisis fuera difícil de gestionar para las autoridades. La tefra afectó a casi toda la isla, implicando pérdidas de carácter económico de alrededor de unos 840 millones de euros, donde además se evacuaron cerca de 7.000 residentes”.
Material volcánico
En síntesis, la estrategia de las autoridades para mantener a salvo a las personas fue exitosa, ya que no hubo víctimas directas por la erupción, sin embargo, no existió un plan de gestión del material volcánico que se fue acumulando en ciertos lugares. Las resistencias de los techos de la clasificación europea deberían reconsiderarse y ampliarse para otras ubicaciones y estándares de construcción, o en su defecto podrían desarrollarse nuevos modelos de vulnerabilidad.
Reyes-Hardy comenta que para la mitigar los daños efectuados por tefra se deben tomar medidas de limpieza, por ende, su enfoque es relevante para el manejo de la emergencia. “El objetivo de este trabajo es poder ampliar el conocimiento que tenemos de la vulnerabilidad de estos techos, para poder así mejorar los planes de emergencia en futuras erupciones de estos tipos”, recalcó durante su intervención.
Redacción: Jair Yañez, estudiante en práctica Ckelar – UCN