La localidad Grindavík del país- isla ya fue evacuada y las autoridades monitorean sin descanso el magma que amenaza con salir a la exterior incluso al interior de la ciudad. Los expertos aseguran que todos los datos indican una inminente erupción volcánica.

Entre los años 1210 y 1240, se produjeron varias erupciones en la península de Reykjanes, en Islandia –un país con más de 200 volcanes activos– al abrirse de manera súbita múltiples fisuras que dejaron escapar lava. Algo similar ocurrió en 2021 – 2022, tras 15 meses de un enjambre sísmico cada vez más intenso y frecuente, surgieron las primeras fisuras con magma en el volcán Fagradalsfjall, dejando a su paso un espectáculo de la naturaleza con varios kilómetros de ríos de lava muy cercanos a poblados.

Islandia cuenta con 34 sistemas volcánicos que han estado activos en los últimos 11.500 años, de acuerdo al catálogo oficial de la OMI (Oficina Meteorológica de Islandia) y la Universidad de Islandia. Además, la isla tiene condiciones geológicas especiales poco comunes, lo que repercute en que existan registros de prácticamente todos los tipos de volcanes y erupciones conocidas en nuestro planeta. Las más comunes son las efusivas ­–lava saliendo en grandes cantidades–, y explosivas, con producción de tefra y fragmentos de rocas de diferentes tamaños expulsados desde el volcán.

Hoy la península espera una posible erupción volcánica pues se desató un patrón precursor similar: muchos sismos (1.000 al día) a medida que el magma atraviesa la roca hacia lugares poco profundos de la corteza. “Efectivamente esa seguidillas de sismos responden a la intrusión de magma en la corteza cercana a la superficie. Por lo tanto, toda la sismicidad que está ocurriendo en la península Reykjanes en Islandia, es producto del ascenso del magma”, confirma el volcanólogo y director del Instituto Milenio de Investigación en Riesgo Volcánico – Ckelar Volcanes, Felipe Aguilera.

Velocidad del magma

De acuerdo al académico de Geología de la Universidad del Norte, todos los datos actuales indican que efectivamente vendría una erupción en un plazo que podría ser de horas a varios días, lo que depende mucho de la velocidad en que el magma se mueve a la superficie. “Sin embargo, aclara, en la volcanología incluso podría llegar a ocurrir que no exista erupción y que quede atrapado el magma en la corteza. Aunque es una posibilidad menos probable”.

A diferencia de erupciones anteriores en la península islandesa, el movimiento del magma bajo la tierra, indican expertos internacionales, se está desarrollando peligrosamente bajo la ciudad de Grindavík. Los científicos escucharon ruidos sísmicos subterráneos lo que indica que una erupción podría incluso producirse directamente en la ciudad. Felipe Aguilera, explica que las autoridades islandesas ya realizaron todo lo necesario para mantener a salvo a la población, es decir, evacuar preventivamente a las más de 3.500 personas que habitan la localidad.

“En la zona de exclusión se impide que la gente no se desplace en los alrededores y no vuelvan a sus casas, porque se detectó además, un incremento de las emisiones del dióxido de azufre, lo que muestra que el magma está muy cerca de la superficie”, sostiene el doctor Aguilera. Ya el 9 de noviembre la central eléctrica que abastece a la región está funcionando a distancia y se encuentra temporalmente cerrada.