El rector de la Universidad Católica del Norte, Jorge Tabilo, realizó un balance del 2020 sobre el trabajo científico de la casa de estudios respecto a la mitigación del riesgo asociado a procesos volcánicos en la Región de Antofagasta, y una proyección para el 2021.
Jorge Tabilo Álvarez, rector de la Universidad Católica del Norte, analizó el trabajo realizado por la entidad respecto a la mitigación del riesgo volcánico, en el que evaluó el rol de los núcleos de investigación, académicos e incluso estudiantes de la UCN, tras un año intenso para el mundo científico. Además, planteó los desafíos que depara el 2021: un intenso trabajo con las comunidades que podrían ser afectadas por desastres naturales.
- ¿Qué importancia tiene para la UCN la investigación en el área del manejo de riesgo volcánico y de otros desastres?
El tema de los desastres naturales siempre ha sido prioritario para nuestra universidad. Tenemos una historia en este sentido, que comienza con el proyecto Radius y continúa con el desarrollo de herramientas de software que se materializó en el Sistema de Simulación para la Gestión y Entrenamiento de Situaciones de Emergencia (SIGEN), que contó con la participación del Departamento de Informática. Asimismo, está la importante labor desarrollada desde hace un tiempo por el Departamento de Ciencias Geológicas en el marco del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (Cigiden) y el Núcleo de Investigación en Riesgo Volcánico – Ckelar Volcanes; todo lo cual demuestra con hechos concretos nuestro interés en esta materia. Hay que destacar que nuestra universidad cumple un rol público, lo que implica ayudar a la sociedad para que enfrente de mejor forma este tipo de situaciones, como por ejemplo apoyando a las autoridades para que dispongan de mejores planes de respuesta ante estos fenómenos.
- ¿Cómo cree que podemos involucrar a la comunidad y a más expertos?
El involucramiento de la comunidad parte con la difusión de nuestro quehacer a través de eventos como la Feria Científica Virtual “VolcanoFest”, organizada recientemente en Antofagasta por Ckelar Volcanes. En general, debemos ocupar todos los espacios disponibles para dar a conocer actividades e investigaciones que mejoren el nivel de conciencia de la población respecto a que somos un país de desastres naturales. Esto tiene que abarcar desde los colegios, las juntas de vecinos y otras instancias comunitarias; hasta el apoyo a las autoridades y el desarrollo de investigación en nuestra universidad. Todo esto, con una mirada integral, puesto que hay que considerar no solamente lo científico y lo tecnológico, sino también lo social, en vista de que son sistemas que tienen un impacto social. En esta línea se inscribe parte de nuestro quehacer en la materia, como en el área de la vulcanología donde, además de Geología, también hemos involucrado transversalmente a otras unidades con distintas especialidades, como las escuelas de Psicología y de Periodismo.
- ¿Cómo puede mejorarse el intercambio de conocimiento entre las comunidades atacameñas y la universidad?
Reforzando aún más los distintos convenios de colaboración, llevando a cabo actividades conjuntas con amplia participación de la comunidad, y ayudando a esta en la organización de eventos. El financiamiento para ello tiene que ser postulado a los fondos disponibles en el sistema, tanto en el sector público como en el privado, de manera de establecer y mejorar aún más la relación con las comunidades atacameñas.
- ¿Cómo estos temas son traspasados a los estudiantes?
A través de actividades insertas en los currículos, especialmente en las áreas antes mencionadas, lo cual incluso se puede mejorar. Hay que tomar en cuenta que nuestro Proyecto Educativo Institucional (PEI) recoge y fomenta esa característica tan propia de nuestros estudiantes en cuanto a apoyar siempre las actividades en materia social, de estar presentes con la comunidad, lo cual tiene que ver con la formación ética y valórica que entrega la UCN.
- ¿Está programada en la universidad la generación de experticia en materia de gestión de riesgo y mitigación de desastres, especialmente volcánicos?
Eso debe ser consolidado e implementado a través de planes de desarrollo en las mismas unidades que cuentan con especialidades en estos temas. Al mismo tiempo, hay que integrar el conocimiento que está distribuido en las distintas unidades académicas, algo que se puede lograr, entre otras modalidades, por medio de la formación de programas de postgrado o diplomas de especialización. Dichas capacidades están, tanto en el área de la informática, como en el ámbito de la geología misma, en las comunicaciones y en los aspectos legales; por lo que el gran desafío para nosotros como universidad es ser capaces de integrar el conocimiento ya existente en las diferentes áreas de especialización.
- El riesgo volcánico es importante es nuestra zona, ¿cómo puede la universidad ser un actor esencial en esta tarea?
Hay que realizar un trabajo con las comunidades que se encuentran en las posibles zonas que podrían verse afectadas por un desastre de este tipo; y hay que educar y difundir para tener una comunidad más informada y educada en torno a qué significa ello. En esta labor la universidad puede ser un actor importante, aportando todas sus capacidades, tanto de infraestructura como la de sus investigadores o sus estudiantes. Esto último no es menor, ya que cuando se produce un evento de esta naturaleza, casi de manera natural se activa un trabajo solidario y académico donde también participa nuestra Pastoral, en que se arman equipos de trabajo que incluso se desplazan hacia los territorios afectados por el desastre, tal como en los últimos años ocurrió con Alto Hospicio, Tocopilla y Chañaral.