El macizo se encuentra en periodo eruptivo desde 2016 y fue escogido por Javiera Caro, investigadora de Ckelar Volcanes y estudiante de magíster en Ciencias mención Geología de la Universidad Católica, para realizar su tesis de grado.

Observaciones satelitales que permiten estudiar la actividad de un volcán durante periodos eruptivos o de zonas de difícil acceso, campañas de terreno para obtener muestras volcánicas para determinar la composición química de los productos expulsados por el macizo durante latencias eruptivas, y las condiciones de emplazamiento del magma que hoy tiene específicamente el Complejo Volcánico Nevados de Chillán, fueron las claves de una investigación que lidera la geóloga Javiera Caro en este volcán del sur de Chile.

La también volcanóloga, investigadora del Instituto Milenio de Investigación en Riesgo Volcánico – Ckelar Volcanes y estudiante de Magister de la UCN, realiza su tesis de grado llamada “Determinación de ciclos eruptivos en sistemas volcánicos activos mediante imágenes satelitales”, en Nevados de Chillán, que está catalogado como el cuarto volcán más peligroso de Chile según Sernageomin, y que se encuentra en periodo eruptivo desde 2016.

El Complejo Volcánico Nevados de Chillán –ubicado en la cordillera de Los Andes en la Región de Ñuble, en el límite de las comunas de Coihueco y Pinto– tiene registros de actividad eruptiva hace 650.000 años y en tiempos históricos muestra también varios registros de actividad volcánica. La condición actual del del volcán se ha caracterizado por pulsos eruptivos explosivos, ocasionales y otros poco visibles para la población. En efecto, cuenta Javiera Caro, la última erupción fue responsable de la formación de un nuevo cráter denominado Nicanor, que tiene un enorme domo de lava que crece y se destruye con erupciones.

Actividad volcánica

Este año Nevados de Chillán, ha tenido una actividad esperable y recurrente en este macizo: “Pero llama la atención la altura de la columnas eruptivas que a principios de octubre llegó a casi los dos mil metros y esta vez se dispersó al suroeste, ósea hacia el lado chileno (por el viento). Generalmente la columna eruptiva se va hacia al sureste (Argentina)”, explica. Estos pulsos eruptivos, mantienen hasta hoy en alerta amarilla la zona turística de la Región de Ñuble.

Según explica la volcanóloga, el mayor riesgo del cráter Nicanor es justamente el domo de lava que forma, que generan verdaderos “tapones”, cuya presión –propia de la actividad volcánica– no se puede liberar fácilmente: “Esto puede desencadenar una explosión de mayor magnitud, que es el principal peligro asociado, ya que en las cercanías del volcán se encuentran centros turísticos como el Hotel Las Termas de Chillán y canchas de Ski, entre otros, los que pueden recibir caída de cenizas desde el volcán”.

La estudiante del magíster Ciencias, mención Geología de la UCN, estudia el monitoreo de este volcán utilizando imágenes satelitales “Landsat”, que le permiten ver la actividad volcánica como anomalías termales, así como imágenes satelitales “Planet Scope”, útiles para estudiar la evolución de la actividad eruptiva. Su tesis, por lo tanto, es generar un modelo de circulación de magma en base a los parámetros termales y físicos analizados, con el fin de lograr su monitoreo y seguimiento.

Erupciones anteriores

Por medio de las imágenes satelitales los vulcanólogos observan cómo han ocurrido las erupciones anteriores y las comparan con las actuales, esto con el objetivo de ver si tienen relación entre sí e investigar cómo pueden actuar los volcanes a futuro o cómo podría, específicamente evolucionar la actividad que hoy vemos en Nevados de Chillán.

“A partir del procesamiento de 828 imágenes Landsat, entre 1972 y 2021, determinamos que hubo dos ciclos termales en el volcán que han transcurrido entre 1998-2008 y 2014-2022. Ambos ciclos termales tienen características similares en cuanto al tipo de actividad eruptiva y al comportamiento termal. Esto nos permitirá a futuro poder adelantarnos a nuevos periodos eruptivos en Nevados de Chillán”, explica la experta.

Con la información de las imágenes satelitales, agrega Javiera Caro, también podemos estimar el tamaño de la cámara magmática que muchas veces son gigantescas (pueden tener kilómetros de diámetro), estimando la cantidad de magma que puede salir de esa cavidad en una erupción. “En el caso de la última erupción de Nevados de Chillán, después del procesamiento de 1.175 imágenes Planet Scope , determinamos que el volumen total de magma emitido durante el actual periodo eruptivo, es inferior a 1 km3”, revela.

Durante el 2022, Javiera Caro realizó, además, trabajos en terreno en el volcán, durante el cual se tomaron muestras de elementos eruptivos del volcán como ceniza, flujos de lava, y bloques de lava domo, para determinar la composición química y las condiciones de emplazamiento del magma que está haciendo erupción en Nevados de Chillán.